La felicidad debe nacer de nuestro interior y no al lado de nadie.
La felicidad puede construirse de distintas maneras. Ya sea en soledad o al lado del ser amado, esta emoción
positiva y gratificante comienza siempre de un lugar muy específico y casi
mágico: nuestro cerebro emocional.
Por este motivo debemos tener claro un aspecto
esencial: estar junto a alguien que queremos es algo maravilloso pero, en
ocasiones, incluso teniendo la mejor pareja del mundo, si no estamos
bien con nosotros mismos, la felicidad completa nunca será posible.
El bienestar, el equilibrio y la alegría deben nacer siempre
de nuestro interior. La paz de nuestro corazón sintiéndose bien con todo lo que
somos y tenemos es el mejor camino hacia la felicidad, ya sea en soledad o en
compañía de alguien.
En los últimos años si hay un tema cada vez más buscado en
las librerías y en internet es el referente al crecimiento personal o a cómo
construir nuestra felicidad en estos tiempos tan difíciles.
Sin duda, resulta curioso cómo a medida que avanza la
sociedad, en cuanto a recursos y tecnologías, más acontece ese sentimiento de
vacío interior, de soledad y de tristeza.
Queda claro que cada persona es un mundo diferente, y que
todos tenemos nuestros universos personales donde intentamos ser felices, pero
este tipo de malestar donde, en ocasiones, tenemos la clara sensación de que
nunca alcanzaremos la felicidad, es casi un sentimiento constante, por eso
debemos aprender a valorarnos y amarnos nosotros mismos.
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