Un estudio hecho en Hungría, explica como sucede este fenómeno.
Los árboles siempre parecen estar
erguidos. Pero no es del todo cierto ya que, al caer la noche, se encogen. Lo
ha demostrado un estudio realizado por investigadores del Centre for Ecological
Research in Tihany, en Hungría. Los expertos escanearon varios árboles en
Finlandia y Austria, y comprobaron que estos languidecían cuando comenzaba a
desaparecer la luz del día.
Las ramas y las hojas de estas
plantas caían en una especie de letargo que provocaba que los árboles
encogieran una media de diez centímetros. No es mucho si tenemos en cuenta que
todos medían alrededor de cinco metros. Pero, sí lo suficiente como para que
sea relativamente fácil medir esa variación en su tamaño.
Y, por supuesto, al despuntar el
nuevo día recuperaban su tamaño habitual en solo unas horas.
Pero, ¿a qué se debe este
fenómeno? Las causas no están claras aún aunque, todo parece indicar que, al hacerse
de noche cesa la función clorofílica de la planta, lo que provocaría que esta
entre en un estado que podríamos denominar de "reposo". "Es como
si los árboles se fueran a dormir tras un día agotador", explicó András
Zlinszky, uno de los autores de la investigación.
Todas las mediciones de este
fenómeno se hicieron en las mismas condiciones de humedad ambiental y en
ausencia de viento, para evitar que estos factores pudieran distorsionar el
resultado.
0 comentarios:
Publicar un comentario